miércoles, 9 de noviembre de 2011

POR UN SISTEMA TRIBUTARIO MAS JUSTO

CCOO defiende una reforma fiscal con "un fuerte acento progresivo"
26-10-2011. El sistema tributario se debe reforzar para conseguir una mayor recaudación y mejora en la distribución de los esfuerzos, con impuestos directos y sobre el consumo similares a los vigentes en media en la Unión Europea.
CCOO defiende una reforma fiscal con "un fuerte acento progresivo"
CCOO defiende una reforma fiscal con "un fuerte acento progresivo"
El rápido incremento del déficit público es consecuencia de las erróneas políticas económicas, y en concreto de la política fiscal, que en época de bonanza han provocado la reducción de los ingresos públicos. Por ello, CCOO considera imprescindible construir un sistema financiero que consiga ingresos que estén en la media de la UE, del 40,5 % del PIB, frente al 35 % de España.

Según explicó Miguel Ángel García, responsable del Gabinete Económico de CCOO, en la presentación de las propuestas del sindicato en materia de política fiscal,  el objetivo que propone CCOO es un aumento de dos puntos de PIB de los  ingresos tributarios, pues de lo contrario será "imposible" cumplir con los objetivos de estabilidad presupuestaria de la Unión Europea para 2013, que fijan el déficit en el 3 %.

Para Miguel Ángel García, quien se mostró convencido de que el nuevo gobierno que salga de las urnas el 20 de noviembre subirá los impuestos, de lo que se trata es de que sea de la forma más equilibrada, por lo que "CCOO propone que haya una mayor aportación de todos los niveles de ingresos y fuentes de renta del IRPF".

En este sentido, el sindicato plantea una tarifa progresiva de tipos de gravamen de entre el 18 y el 25 % para las rentas de capital, un gravamen específico del 51 % para las rentas de trabajo y actividades económicas superiores a 500.000 euros y que la estimación objetiva de los autónomos se sustituya por la directa.

CCOO pide también una actualización del mínimo exento vigente para aumentar la recaudación, que se eliminen todas las deducciones en el impuesto de sociedades, valorando únicamente el trato diferencial por la reinversión de beneficios, la recuperación del impuesto de patrimonio y el de sucesiones y donaciones, y que se cree un gravamen para las entidades de crédito.